Normalmente para cerrar el año suelo leerme un libro cómico, pero este año ni siquiera me he dado cuenta que de que éste podría ser el último libro de este nefasto año.
Bueno, vamos a lo que no importa querido Desocupado Lector.
El autor es un joven despechado por una dama que prefiere destinar su amor a otro, y para consolarse enciende su ordenador, abre una aplicación de música y, sin ser seguidor de AC/DC, pone al azar "Riff Raff" del Lp "Powerage". Con las primeras notas su cabeza recibe el rayo epifánico que cambiará toda su vida. Desde entonces se vuelve un acérrimo seguidor de una de las bandas más grandes del Rock. Para mí la más grande.
Muchos libros se han escrito en torno a AC/DC pero ninguno con carácter oficial al menos la aprobación de los hermanos Young.
George fue participe de un grupo bastante famoso en Australia a finales de los 60 del siglo pasado: Easybeats. Malcom y Angus hermanos pequeños del anterior tocaban también la guitarra y empezaron haciendo versiones de los Beatles, tocando en fiestas juveniles y pubs. Cuando ficharon a Bon Scott, también mayor que ellos y que gozó de sus quince minutos de fama en The Valentines, dieron un salto de calidad, que George y su viejo socio Harry Vanda supieron canalizar.
A partir de entonces por el círculo próximo a los hermanos desfilarán un sin fin de colaboradores: bajistas, baterías, un par de cantantes, managers, productores, y toda la caterva que acompaña a los grandes grupos. Cuanto más grande es el grupo, más grande es la comitiva que arrastra.
Los Young siempre se han comportado como un clan cerrado. Es difícil entrar en él y ganarse su confianza. Pero como entres y pierdas su confianza, estás fuera.
Varios miembros de la banda salieron y tuvieron que buscarse las habichuelas lejos de los focos que iluminan a Angus y Malcom. Mark Evans, Simon Wright, Chris Slade, aunque éste tiene el honor de volver de vez en cuando, cuando Rudd, el batería titular, tiene problemillas. Incluso se llegó a rumorear que Bon Scott, el carismático cantante, estuvo más fuera que dentro. Nunca se llegó a saber ya que murió borracho en Londres dentro de un Renault 5.
Muchos han sido los que han quedado en el camino pero los motivos por los que fueron apartados sólo los saben los hermanos Young.
El autor llega a la conclusión de que los Young han sido cicateros con los que les han arropado y ayudado a llegar a donde están. Además llevan casi treinta años sin sacar una canción a la altura de sus grandes clásicos: la última de ellas es Thunderstruck de 1990.
Quizás la muerte de Bon Scott tuviera algo que ver en la pérdida de calidad. Y aun así siguen siendo venerados por sus fans.
El libro se pregunta porqué la música de AC/DC ha llegado a ser tan grande. Porqué tiene tantos seguidores a lo largo y ancho del planeta. Cómo un grupo del que se dice que lleva cuarenta años haciendo el mismo disco ha llegado a ser la banda más importante de la Tierra.
La respuesta no es sencilla. Todos están de acuerdo en que la combinación de las guitarras de Malcom y Angus sonando al unísono, la efectividad del bajo de Cliff Williams, el metrónomo de Phil Rudd y la voz de Scott primero y Johnson después, hacen una todo perfecto. De una falsa simplicidad, que en realidad, lo que ofrece es simple y directo Rock. Muchos grupos han intentado acercarse al sonido de AC/DC pero... no son lo mismo.
Yo no soy objetivo. AC/DC son mi grupo. No suelo oír su música. Ya lo hice hace muchos años y lo que hacen ahora no me llega tanto. Prefiero tomar pequeños sorbitos, una canción aquí otra allá, en vez de una botella entera. Siguen sonando a quienes son y ese es el mejor cumplido que se les puede hacer. Aunque tengo un amigo que piensa que están acabados.
A mis padres nunca les ha gustado la música que escuchaba. Sobre todo Rock y Heavy de los 80. Recuerdo hace muchos años estar sentado viendo la televisión. Mi padre leía el periódico sentado en el sillón. En la tele estaban poniendo un video de AC/DC. No recuerdo cuál. A media canción mi padre me dice: "No entiendo cómo te puede gustar eso". Yo le dije: "Pues parece que a tu pie sí que le gusta." Y es que su pie iba siguiendo el ritmo inconscientemente. Si oyes una canción de AC/DC y tu pie o tu cabeza no siguen el ritmo, preocúpate. Seguramente estés muerto por dentro.