Desde mediados del s.XIX la presión del hombre blanco sobre las últimas zonas habitadas por los apaches, sur de Arizona y Nuevo México en Estados Unidos y norte de Chihuahua y Sonora en México, llevó a lo que se llama las Guerras Apaches. En realidad fue una desigual lucha entre dos ejércitos regulares, mexicanos y estadounidenses, y pequeñas partidas de apaches. Jefes como Cochise y Jerónimo pusieron en jaque a todo ese territorio.
El autor trata de exculpar a los apaches de las matanzas que cometieron, principalmente en granjeros y mineros, por la incomprensión que el Gobierno y sus representantes demostraron hacia la cultura apache. Resulta curioso que aquellas zonas que los apaches reclamaron para instalar sus reservas y que el Gobierno les negó, ahora estén desiertas. El autor se pregunta cómo no fue posible instalar a cuatro o cinco mil apaches sin que existieran roces con la "civilización". Y la respuesta es — en Arizona/New Mexico Border.
No hay comentarios:
Publicar un comentario