Estamos en los años más duros de la Guerra Fría. El muro de Berlín está recién construido y la ciudad hierve de espías. Una noche un agente inglés espera nervioso la deserción de un ciudadano del este con importantes secretos pero las cosas no salen como estaban previstas. Deprimido vuelve a Londres donde abandona el servicio secreto y su vida se ve abocada al precipicio: desesperanza, alcohol, soledad.
Sin embargo conoce a una chica en su nuevo trabajo e inician una relación que se verá interrumpida cuando el protagonista es contactado por agentes alemanes que le animan a desertar.
Una buena novela de espías a la antigua usanza. Sin cachivaches tecnológicos ni pinflas de esas.
Esta novela es de la serie de Smiley, una de las mejores creaciones del autor, pero aunque casi no aparece en sus páginas se nota su presencia en la trama.
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