¡YO SOY TU PADRE! CÓMO LLEVAR A TUS HIJOS AL LADO OSCURO - JORGE VASTERRA

El libro que todo padre debe tener en la mesilla de noche. 

Los que ya vamos peinando alguna que otra cana, los que hemos perdido pelo en la coronilla, los que ya no nos levantamos del suelo con la presteza de hace años, aún nos mantenemos jóvenes al ver a nuestros retoños desempeñarse en la vida. Todos ansiamos que nuestros retoños nos superen, pero también queremos que les gusten las mismas cosas que a nosotros, y cuanto más frikis mejor. Aunque con la boca pequeña decimos que dejamos libertad a nuestros hijos para que elijan lo que les guste.

En efecto, la mayoría de los padres de mi generación somos frikis. De una cosa o de otra. Más o menos. Algunos llevan su frikismo hasta sus últimas consecuencias y otros nos contentamos con que formen parte de nuestro bagaje cultural, como el humor absurdo, las pelis de la guerra de las galaxias o los libros de Tolkien. 

Este pequeño libro es un tesoro y puede que cuando lo acabes digas que también es tu tesssoro. Tiene unos útiles test que te ayudaran a determinar si tú eres friki, si lo es tu cónyuge, y si tus retoños los son durante las distintas etapas de su vida. 

Da una buena serie de consejos con los que llevar a tu retoño, no sólo a tu lado oscuro, si no a conducirse en la vida como un verdadero friki orgulloso de serlo.

Propone un buen número de actividades, lecturas, películas, comics y juegos que además de despertar su lado friki también potenciarán su imaginación, y algún día, cuando encuentre a otros frikis, sus relaciones sociales. 

Y lo mejor de todo es que puedes disponer de este libro digitalmente de forma gratuita en Libros Star Wars a través de este enlace.

Un buen libro para echar unas risas.

 

EL ÚLTIMO BARCO - DOMINGO VILLAR

El inspector subía las escaleras. Cuando iba por el quinto piso pensó "Manda carallo, lo que cuesta subir esta escalera" Al poco oye que alguien baja y cuando llega a su altura le pregunta sin resuello "¿Falta mucho?" Y el otro contesta "No falta poco". Por una vez en su vida deseo haber nacido en Badajoz.

No debe ser nada sencillo ser inspector de policía en Galicia. Cuando a un testigo se le pregunta algo y contesta con otra pregunta, cuando lo que dice puede tener múltiples interpretaciones lo que podría ser una entrevista sencilla, se convierte en un trabajo hercúleo. 

El inspector Leo Caldas es un viejo conocido de esta bitácora. Ya se hizo aquí mención de Ojos De Agua. En este caso al protagonista le encargan que busque a una mujer que ha desaparecido de su domicilio. En principio no parece que haya mucho caso. Una mujer de treintaitantos, sin cargas familiares y con un trabajo fijo, se va de casa un viernes llevándose algunas pertenencias. No parece un caso del que deba ocuparse la policía. O sí.

Este libro esta repleto de un buen puñado de actores secundarios, el ayudante aragonés Estévez que no termina de entender la idiosincrasia gallega, el comisario, el padre de Leo, la peña del bar Eulogio, refugio del inspector, entre los fijos de esta serie, y cómo no, todos los demás personajes propios de esta historia, que al desarrollarse en una escuela de artes y oficios, no son pocos. Alguno de estos es probable que vuelvan a aparecer en nuevos casos de este policía de las ondas.

Es probable que si ves la película de La Playa De Los Ahogados, ya no puedas volver a leer un libro de este protagonista sin imaginarte en el papel al actor que lo interpreta. Yo no te de diré de quién se trata y aunque creo que está bien elegido, echo en falta un poco de acento.

 

15 - EL FRÍO DE LA MUERTE - JOHN CONNOLLY

Hay veces que te levantas por la noche y alguna luz que se filtra por tus ventanas hace que las sombras cobren vida. En tu casa estás a salvo, piensas. No hay nada raro. Todo lo que hay en tu casa está en su sitio. Tú lo has puesto allí. No hay nada de qué tener miedo. Sin embargo, no siempre es así. Puedes creer que no hay nada o nadie, pero sí lo hay. En ese espacio que no son ni sombras ni luces, viven desde siempre aquellos que unos llaman fantasmas, otros presencias y algunos más, espíritus. 

Una pelota que rueda sin que nadie la empuje. Un objeto que sin que nadie lo haya tocado, ha cambiado de sitio o de posición. ¿Has cogido tú mi peine? No, yo no he sido. No hay nadie más y yo tampoco lo he cogido.  Una ráfaga helada que no debería soplar porque todas las ventanas están cerradas. Una habitación más fría de lo normal. Son, sin duda, pruebas de esas presencias. En fin, será el gato. El gato, ¿el negro? ¿No dicen que los gatos negros son encarnaciones de entes diabólicos? Ya no volverás a mirar igual a tu gato. Cuando te mire desviarás la vista e intentarás no mirarle a los ojos. No crees en esas cosas, pero por lo que pueda pasar...

Al lío que me voy del asunto.

Charlie Parker, algo así como el Iker Jiménez de los detectives, recibe un nuevo encargo. Un colega que investiga desapariciones y asesinatos sin resolver, ha desaparecido y Parker es el encargado de encontrarlo, o más bien de averiguar qué le ha podido pasar. Mientras tanto la hija de Parker, Sam, empieza a darse cuenta de su naturaleza, mientras su madre intenta protegerla del peligro que supone ser la hija de su padre. Louis y Angel seguirán de cerca los pasos del investigador ayudándole desinteresadamente y protegiéndole. El Coleccionista y su padre, también tienen parte en esta historia, pero parece que su tiempo se está agotando.

Y mientras todo esto pasa, los adeptos de una secta secreta conocida como Los Hermanos, que viven normalmente entre nosotros, se dedican a sus actividades secretas, instigados por antiguos seres. Aunque sus adeptos no son muy eficaces que se diga. 

Finalmente todos los hilos de esta telaraña convergerán sobre la persona de Parker, que apartando cadáveres, desentrañara los misterios de este libro.

Como todo en los libros de esta serie lo real y lo fantástico son uno sólo. Los buenos no son tan buenos, los malos no son tan malos y las diferencias se difuminan hasta que los contornos se pierden. Los personajes se sitúan en ese espacio que hay cuando miras de refilón y ves que algo se mueve. Pero cuando giras la cabeza, no hay nada. Al borde de los árboles, allí donde empieza el bosque y las sombras se confunden con las ramas, allí es donde se sitúan estas historias.

En esta bitácora, querido Desocupado Lector, puedes encontrar reseñas sobre muchos de los libros de esta serie. 

 

VASCO NÚÑEZ DE BALBOA - ÁLBER VÁZQUEZ

A principios del siglo XVI los españoles estaban empezando a adentrarse en el continente americano, en aquel tiempo llamado Tierra Firme. En su mayoría eran hombres que buscaban el oro y la fama, desheredados de todo pelaje y condición. Todo lo sometían a encontrar el preciado oro que les diera todo aquello de lo que carecían. Muchos de ellos sólo eran propietarios de su propia vida, así que como no tenían nada que perder, se apuntaban a cualquier acción que tuviera, aunque fuera en pequeñas dosis, visos de ser lucrativa. 

Balboa era un bastardo de un hidalgo español y recibió una buena educación para lo que era habitual en aquella época. Hasta sabía leer y escribir. Después de estar unos años dando tumbos por el Caribe llegó con lo puesto a Santa María de la Antigua, una población situada en el istmo de Panamá, con la intención de hacer fortuna. En pocos años se hizo un nombre y con otros cuatro capitanes, entre los que se encontraba Francisco Pizarro, poco menos de un centenar de compañeros y medio millar de porteadores indígenas emprendió la búsqueda del mar del Sur. Y si la diosa Fortuna acompañaba, también el mítico El Dorado.

Este libro narra esa aventura. 

El autor, del que ya hemos hecho referencia aquí múltiples veces como recordarás querido Desocupado Lector, tiene un estilo peculiar. Cuando sus personajes hablan lo hacen como se supone que hablan aquellos a los que representan. Si son buscavidas sin educación, pues hablan como lo que son, con sus tacos, sus ironía, sus chanzas y sus pollas en vinagre si viene o no a cuento. Pero no sólo los personajes se tornan así más reales, si no que el narrador también habla en un tono asaz sardónico, aun cuando lo que está narrando no tenga nada de gracioso. A mí me gusta su forma de escribir, hace que la lectura sea ágil y agradable. 

El autor se ha embarcado en una carrera destinada a presentar al público, a personajes, si no olvidados, si por lo menos un poco desconocidos. Si hace poco fue Juan de Oñate, en este caso le toca a Núñez de Balboa. 

Una curiosidad que me atosiga es si de repente el apellido del autor ha perdido la virgulilla. Si es una errata espero que sea solucionada en próximas ediciones. Y si es decisión de su propietario pues bienvenida sea.
A ver que me edito a mí mismo. En el libro, el acento aparece en Vázquez. En cambio en la foto que puse y que me descargue de algún sitio no lo hace. Por lo tanto me disculpo con el editor y el diseñador y ante quien sea necesario hacerlo. Mis más humildes disculpas. 

Y ya sin más, y llevado por la intimidad necesaria entre autor y lector  me permito hacerle una humilde sugerencia para próximas aventuras: ¿qué tal Alvar Núñez Cabez de Vaca? Me da a mí que es un personaje que encajaría en el estilo del autor.