Este Autor es, junto al universalmente conocido en Polonia Lazslo Lozsla, una de las figuras más importantes de su país. Nacido en 1923 en un pueblito polaco de Bielorrusia, se afilió al Partico Comunista Polaco a los 17 años. Estudió Historia y después de graduarse empezó a trabajar como reportero en un periódico juvenil. En 1953 fue enviado por primera vez al extranjero. En aquella época salir al extranjero, e incluso más allá del Telón de Acero estaba al alcance de muy pocas personas. Fue enviado a la India de Nehru y como regalo de despedida la redactora jefe del periódico le regaló Historias de Heródoto.
Poco conocemos de la vida de Heródoto. Probablemente nació en torno al año 485 a.C. en Halicarnaso, la actual Bodrum turca. Después fue desterrado por motivos políticos y se dedicó a lo que seguramente fuera la obra de su vida: escribir la Historia de la Humanidad para que no cayera en el olvido.
Por si no volvemos a coincidir con Heródoto vale la pena justificar esta pretensión tan pretenciosa. Hay que recordar que en la época de Heródoto su mundo conocido era mucho más pequeño que ahora. Grecia estaba en el extrarradio y el mundo giraba en torno a Persia, Mesopotamia y Egipto. Eso era casi todo. El resto de Asia, África y Europa eran Terra Incognita.
Volvamos a Ricardo. Llegó a la India sin apenas conocer unas pocas palabras de inglés y allí se dio cuenta de que apenas las élites hablaban ese idioma. Así que se encontró en un país en el que cada pocos cientos de kilómetros la gente hablaba un idioma diferente y sin poder comunicarse con casi nadie. No obstante le impresionó profundamente y sufrió un choque cultural muy profundo.
Posteriormente fue enviado a la China del Gran Salto Hacia Adelante de Mao. No le perdían de vista y apenas pudo ver ni visitar nada. En esos tiempos saber leer o llevar gafas estaban mal vistos, así que un periodista, además extranjero, aunque de un país comunista, era un peligro potencial para la China maoísta.
Luego sería enviado a África en los años 60 que abordaba el problema de la descolonización y recorrió gran parte del norte del continente de revolución en revolución.
A todos estos destinos llevó consigo las Historias. El libro intercala pasajes del original mientras el Autor nos va acercando a la obra de Heródoto. Le disecciona y se pregunta por su método de trabajo. Por cómo conseguía la información , la procesaba y luego la plasmaba. Llega a la conclusión de que él y el griego trabajan de forma similar. Viajan, preguntan, investigan, sacan sus conclusiones y luego escriben sus crónicas. Cree que el griego se ganaba la vida dando charlas. En ellas contaba estas Historias y el público le pagaba por ellas. Era, sin duda, un conferenciante profesional. que aprovechaba sus viajes para recabar información y ganarse la vida con sus conferencias. Es, a lo mejor, el primer reportero.
La obra es amena y en polaco es de suponer que está muy bien escrita. La traducción literaria muy buena, o por lo menos a mí me lo ha parecido.
Hace muchos años leí estas Historias de Heródoto, y ahora volveré sobre ellas así que hasta dentro de uno o dos meses no creo que haya nuevas entradas.
Cuídate querido Desocupado Lector.