Johnny nació en una familia de clase media del este de los Estados Unidos. Su padre era de origen irlandés y su madre el este de Europa. Sus padres regentaban una cafetería y el encargado de cambiar los discos del Juke Box le regalaba los discos desechados. Aunque le iba bien en el cole fue a una academia militar que se estilan por allá a cursar sus años de preadolescente. Se le daba bien el beisbol y no destacaba en nada en especial.
Ya de adolescente se volvió un rebelde y un cabronazo. Se metía en problemas y estaba todo el día de bronca. Un día se le encendió la bombilla y se hizo formal. Su padre le buscó un curro y sacaba lo bastante para tomarse unas cervezas e ir a conciertos de rock. Dee Dee era un buen amigo que trabajaba con él y le acompañaba a los conciertos.
Ya maduritos decidieron montar una banda de rock. Pero había un problema: no sabían tocar. Así que con ventitantos años se pusieron al lío y formaron los Ramones. Tomaron el nombre del alías que utilizaba Paul Macartney cuando se registraba de incognito en un hotel.
Empezaron tocando en clubes del area de Nueva York, como el mítico CBGB ante grupos de amigos. Poco a poco se fue corriendo la voz y se fueron haciendo conocidos.
Aunque parece que el famoso es Joey, el que manejaba el cotarro era Johnny. Aunque las decisiones importantes se tomaban por votación, Johnny era el que llevaba el peso del grupo. Según él claro, que para eso es el que escribe.
El 6 de agosto de 1996 dieron su último concierto, aunque siguieron sacando discos y recopilaciones.
Poco después se le detectó un cáncer de próstata que le mató en 2004.
Los Ramones son quizás el primer grupo de Punk. Un movimiento caracterizado por acabar con las canciones de diez minutos, con grandes producciones y muchas horas de estudio detrás. Por contra los punks, buscaban canciones de dos o tres minutos, o menos. Rápidas, pim pam pum y fuera. Viendo además las vidas que vivieron otros iconos de aquel movimiento, se podría pensar que la vida del Autor sería cuando menos similar: sexo, drogas y rockanrol.
Nada más lejos de la realidad.
Johnny tuvo su época chunga pero cuando le llegó la fama ya estaba bien metido en la veintena. Su mayor afán era conseguir dinero para retirarse. Ahorrar un millón de dólares y retirarse para hacer películas de terror de serie B.
Cuando terminaba un concierto se tomaba dos o tres cervezas, nunca más, y se retiraba a su casa o al hotel a tomarse un vaso de leche con galletas y a ver el beisbol en la tele.
Odiaba Europa. Sólo le gustaba Italia y España por el sol y la comida. Siempre estaba deseando volver a sus adorados U.S.A. De ideas más bien conservadoras, su presidente favorito fue Ronal Reagan. Cuando ingresaron en el Salón de la Fama terminó su discurso con un: God bless president Bush, and God bless America. Así que un personaje un tanto alejado de la imagen que se podría tener de una estrella del rock.
Su pasión era tocar la música que le molaba, pero también era, sobre todo, un trabajo.
Así que esta es la autobiografía de un oficinista del punk rock. Tan apasionante como suena.
Aunque, bien pensado, quizás esta sea la regla y no la excepción.
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