Segundo libro de la inspectora Indira García.
En esta ocasión siguen las tramas personales de los personajes, los líos de unos y otros que hacen que la novela no sea sólo una de polis y cacos.
En esta ocasión se cruza en el camino de los protagonistas Antonio Anglés, el presunto asesino de las niñas de Alcasser.
Accidentalemente Anglés es localizado y detenido por la policía, pero al estar prescritos los delitos que cometió, debería ser liberado en un plazo breve de tiempo. Indira se da cuenta de que podrían acusarle y mantenerle en prisión si descubren que ha cometido algún delito con las mismas características durante todos estos años que ha permanecido huido, y ahí se ponen a la labor.
Mientras avanza la investigación la narración avanza y retrocede mientras el Autor nos cuenta las peripecias, reales o ficticias del asesino.
La verdad es que me está gustando este Autor. Hice un intento con otro libro suyo sobre una historia de las Islas Canarias pero no llegó a engancharme.
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