Joaquín es un niño con un cáncer terminal al que le quedan unos pocos meses de vida. Su madre, una prometedora agente de la Guardia Civil, está desesperada y contacta con una curandera de la Galicia más profunda. Esperanzada decide pedir el traslado para que la curandera trate a su hijo. Cuando llega a su puesto se encuentra con que se han producido dos asesinatos en un monumento megalítico de su zona. Al mismo tiempo, la curandera no aparece por ningún lado y decide ponerse a buscarla para que sane a su hijo.
El libro está bien escrito, se lee con facilidad y agrado y la trama es atrayente. Los personajes son un tanto estereotipados pero no importa demasiado. Se adaptan bien a la novela. El paisaje gallego y su clima son parte importante también de la novela, dándole un ambiente que funciona muy bien en el libro.
En definitiva un libro recomendable, querido Desocupado Lector, si te gustan las novelas de misterio y asesinatos. Lo leerás con agrado.
¿Cómo? ¿No hay peros?
Sí. Sí los hay. Pero esto es una cuestión puramente personal. Cuando estaba leyendo no podía dejar de pensar que este libro ya lo había leído o por lo menos la historia me sonaba. Si lees con asiduidad esta bitácora ya habrás leído alguna entrada referente a un detective un tanto peculiar llamado Charlie Parker. Este detective tiene una larga serie de libros que se desarrollan en Maine, un estado boscoso y lluvioso del noreste de Estados Unidos. Maine, como todos sabemos, es un sitio donde pasan muchas cosas misteriosas. Stephen King es otro fanático de este estado. Y es que, ¿quién se imagina un crimen ritual, o un bosque encantado a las orillas de La Manga del Mar Menor o en Benidorm, por ejemplo?
Volviendo al tema de Parker y ya para terminar, hay incluso un libro con la misma o muy similar temática en esta misma bitácora. No daré pistas de cuál es para no desentrañar el misterio de La Puerta.
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