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29 marzo 2019

NACER, CRECER, METALLICA, MORIR - PAUL BRANNIGAN & IAN WINWOOD

Los autores se proponen escribir una biografía en dos tomos de una de las bandas más significativas del rock de todos los tiempos. Y a mi juicio lo están consiguiendo. 
Este primer volumen llega hasta el momento en el que acaban de grabar el álbum negro.
Vamos al lío.
Ulrich, el baterista, lo digo para los no iniciados, que algún desocupado lector me leerá, puso un anuncio en un periódico solicitando músicos. Allí se presentaron Hetfield, guitarra, y su amigo Ron Mcgovney, bajo. Cuando salieron de la prueba se miraron y se rieron. Ulrich no tenía ni idea de tocar la batería, así que siguieron su camino cada uno por su lado. 
Unos meses más tarde volvieron a coincidir y Ulrich convenció a los otros dos para formar un grupo para salir en un recopilatorio. Como no tenían guitarra solista hablaron con Lloyd Grant que les sacó del apuro. Al poco tiempo se integró en la banda Dave Mustain sustituyendo a Grant, pero al año fue despedido por Ulrich y Hetfield por su consumo abusivo de alcohol. Estaban de gira por Nueva York, le despertaron, le dijeron que estaba despedido y lo montaron en un autobús camino de Los Ángeles. Mientras tanto volaba de camino Kirk Hammett, su sustituto. Mustain fundaría después Megadeath. Ya sólo faltaba sustituir a Ron. Se fijaron en Cliff Burton, conocido bajista de la zona de San Francisco, que les llevó a la que sería su nueva ciudad.
Poco a poco y a base de mucho esfuerzo, maquetas y conciertos, fueron dándose a conocer y grabaron su primer disco: Kill 'em All.
A partir de ahí la historia es más o menos conocida. Sexo, drogas, Rock and Roll. Peleas. Excesos con la bebida. De hecho se les llama Alcoholica. Y como no,(ojo, spoiler a continuación) la terrible muerte de Cliff Burton aplastado por el autobús de la gira. Al mes y medio de su muerte ya tenía un sustituto: Jason Newsted.
El libro no se deja nada. Si tiene que hablar de sexo, lo hace. Si hay discusiones, no se obvian. Si toca hablar de la capacidad baterística de Ulrich, se habla. 
Además nos mete de lleno en la producción de los discos. Nos cuentan los problemas que tuvieron y cómo, principalmente, fueron Ulrich y Hetfield quienes tomaron todas las decisiones creativas.
También alguna graciosa anécdota como la siguiente:
A finales de los 80, los representantes estaban empeñados en ampliar el círculo de seguidores de la banda, así que consiguieron que tocaran en la entrega de los Grammy. Además estaban nominados para la categoría de Mejor actuación de Rock y Metal. El resto de los nominados eran: AC/DC, Jane's Addiction, Jethro Tull e Iggy Pop. El galardón lo presentaban Alice Cooper y Lita Ford. Cuando abrieron el sobre y dijeron las palabras mágicas "And the winner is... Jethro Tull" ni siquiera Alice Cooper pudo poner cara de poker . Ni el propio Ian Anderson, que no acudió a la gala,  se lo pudo tomar muy en serio cuando comentaba que la flauta era un instrumento de metal pesado, o que a veces en Jethro Tull se tocan a todo trapo las mandolinas.
Aquí os dejo el enlace por si queréis echar un vistazo:
En definitiva un buen libro, bastante más interesante que alguna autobiografía leída recientemente, que gustará a los seguidores de la banda, y a los que no lo son mucho. Yo reconozco que no soy muy fan y su mejor época me pilló escuchando otras cosas, pero eso ya es otra historia que debe ser contada en otro lugar.

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