Joe es un exmarine con síndrome post-traumático, y traumas infantiles, que se gana la vida rescatando niñas raptadas. Su vida es una continua psicosis por pasar desapercibido: no tiene móvil, usa una gorra de beisbol, sudadera con capucha, vaqueros, y siempre va con la cabeza gacha para no salir en las cámaras de vigilancia.
Todo va más o menos normal cuando recibe el encargo de rescatar a la hija de un senador que ha sido secuestrada. En principio no parece nada del otro jueves. Le dicen el burdel donde ocultan a la niña y todo parece ir bien.
Entra en el burdel, ocasiona unas cuantos heridos y muertos a base de martillazos y rescata a la niña. Cuando lleva a la raptada a encontrarse con su padre es reducido y la chica vuelve a ser secuestrada. A partir de entonces Joe inicia una carrera por intentar averiguar qué ha ocurrido. Todos sus conocidos y contactos han sido asesinados. Incluso su madre con demencia senil y con la que vive. Joe tomará la decisión de llegar hasta el final de este asunto caiga quien caiga.
Y fin.
El libro está muy interesante. Empatizas con Joe aunque es un personaje arisco, y de duro trato pero tiene un lado tierno que hace que caiga bien.
El Autor es un guionista, artista, humorista, columnista, y todos los istas que se te ocurran, que trabaja para distintos medios de Nueva York. En los ambientes culturales de la Metrópolis es bien conocido. Aquí en las afueras no lo es tanto.
Hay una peli del mismo nombre, igual argumento y distinto final. La protagoniza Joaquín Phoenix que hace un papel bastante creíble. Como el personaje es un poco plano tampoco Joaquín puede hacer mucho más. De cualquier manera, viendo la peli y leyendo el libro se entienden ambas mucho mejor, sobre todo si lo has leído en su versión original.
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