Siguiendo con la literatura refrescante me he encontrado con este libro que hace un repaso a las principales expediciones que intentaron llegar al Polo Norte. Y ya de paso poner fin a las imaginativas especulaciones sobre qué había allí. Una de ellas afirmaba que la Tierra estaba atravesada por un inmenso agujero de norte a sur y que allí vivía una antigua civilización aislada por el hielo. En fin...
La aventura comienza a principios del siglo XIX con la intención de abrir los pasos polares occidental y oriental. A raíz de ahí, son muchas las expediciones que se encaminaron hacia el norte, y la mayoría de las veces con desastrosos resultados. Grandes expediciones con muchos medios, pequeñas expediciones, y distintos métodos, el de Peary, el de Nansen, etc.
Inicialmente los medios eran puramente occidentales, de hecho en la perdida expedición de Franklin llevaban vajillas y cuberterías de plata. Es decir, ropa de lana y medios típicos de la sociedad británica y estadounidense de aquel siglo. Posteriormente los exploradores fueron dándose cuenta de que los inuit, o esquimales, eran los mejor adaptados a aquellos lares, y tomaron prestados sus ropas y trineos tirados por perros.
La conquista del Polo Norte no estuvo exenta de polémica. Peary y Cook afirmaron casi simultáneamente que habían alcanzado al Polo, pero ninguno de los dos presentó pruebas fehacientes de tal hecho. No obstante la balanza se decantó hacia el lado de Peary y por muchos es considerado el primer hombre en llegar a la más alta latitud.
El Autor pone en duda que cualquiera de los dos fuera el primero en llegar, de hecho considera que los primeros hombres en ver el Polo fueron los de la expedición en dirigible de Amundsen-Ellsworth-Nobile.
Y no fue hasta mediados del siglo XX que una expedición soviética puso el pie en tan ansiado punto del globo.
En cualquier caso el Polo Norte siempre estará ahí, así que, Desocupado Lector, ánimo y a ver si es verdad que hay Licor del Polo.
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