Cuarto libro de la serie de Quinto Licinio Cato. En esta ocasión Cato, y su compañero Macro, se encuentran recuperándose de sus heridas, cuando reciben la tarea de adiestrar un par de cohortes auxiliares de celtas. Los jefes celtas están divididos entre los que piensan que con Roma de aliada se vive mejor y los que opinan que nada es más importante que la independencia y la libertad. Así que pronto surgen los problemas y las traiciones.
Para pasar un rato agradable. Está muy bien documentado y eso siempre se agradece.
Otro tema es si no habría sido mejor llamar a los protagonistas Catón y Macrón. Normalmente la traducción al español de, por ejemplo, Marcus Porcius Cato, siempre ha sido, Marco Porcio Catón, añadiendo una ene al nombre. Es una opinión personal, pero cada vez que leo Cato, me viene a la cabeza, y quizás tamién a tí desocupado lector, el mayordomo japonés del inspector Clouseau.
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