La protagonista es hija de alemán y española, comisaria de la policía de Frankfurt y aficionada a Los Simpsons y a los donus con o sin chocolate.
En esta ocasión su jefe le encarga que vigile en una agencia de publicidad que ha recibido una serie de anónimos. En principio parece que el motivo es una polémica campaña publicitaria multicultural, que reune a diversos colectivos aparentemente contradictorios: jardineros, homosexuales, católicos, islamistas, turcos, etc. Pero un asesinato parece que desvía la atención hacia otros derroteros.
Ahora voy a destripar un poco el final del libro así que, desocupado lector, si no te quieres enterar no sigas leyendo.
Lo peor que le puede pasar a una novela negra es que cuando parece que está claro quién es el asesino, el autor se saque de la manga alguna información que nos tenía oculta. Y eso es lo que ocurre en esta novela. Es una trampa muy gorda y eso no se hace.
No hay comentarios:
Publicar un comentario