Este libro es la continuación de Justicia Auxiliar.
En este caso la protagonista es nombrada capitán de una nave espacial y mandada a un sistema a poner orden.
El argumento, igual que pasa con el anterior, tampoco está muy claro. Van pasando cosas y cuando llega a la mitad del libro más o menos, es cuando parece que toma una dirección determinada. Los libros que no se sabe muy bien hacia donde van no me gustan demasiado. Prefiero que al poco de empezar se sepa hacia donde va, que se vaya desarrollando la historia y, si es necesario, que haya unos cuantos giros argumentales sorpresivos. Pero que a la mitad del libro no se sepa muy bien de qué va la historia no me parece una buena idea.
Lo mejor de este libro y del anterior es la creación de un universo, el imperio Radch, que puede dar bastante juego.
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