Varsovia finales de 1938. La ciudad bulle de actividad diplomática. Todos los agregados militares de las embajadas intentan obtener información los unos de los otros, entre cenas, conferencias, exposiciones y demás vida social. Entre ellos está nuestro protagonista, Mercier: un chevalier de una estirpe de soldados franceses que se remonta varios siglos atrás.
Mercier es el enlace de un oficinista alemán al que han engatusado con los encantos de una supuesta condesa polaca y una sustanciosa cantidad de dinero cada vez que entrega algo de información. Pero una vez camino de vuelta desde Varsovia a su casa al otro lado de la frontera, se pone nervioso y huye sin pasar el control de pasaportes. Una buena vecina lo ve, y es denunciado. En el próximo viaje a Varsovia es secuestrado pero Mercier está al quite y frustra el secuestro.
La pérdida de este agente hace que su jefe le reclame en París y le sugiera que busque un recambio y si es posible que sea dentro del Estado Mayor alemán.
Mientras tanto Stalin sigue con las purgas de antiguos bolcheviques y un matrimonio de rusos que trabaja en Polonia le pide ayuda para desertar.
Unos meses más tarde es un alto cargo alemán, que no está de acuerdo con el régimen de su país, le sugiere que hable con un nazi de izquierdas, opositor a Hitler. A partir de ahí nuestro protagonista urdirá un plan para infiltrarse en el Estado Mayor alemán y descubrir los planes de ataque de la Wehrmacht.
Es un buen libro bien llevado y el protagonista es simpático para el lector. No es el típico espía que se lo sabe todo. En este caso es un tipo bastante normalito. Una colección de buenas operaciones en la Varsovia prebélica.
La verdad que me ha gustado bastante.
Hay una miniserie de dos capítulos protagonizada por David Tenant. La buscaré a ver si la puedo ver.
VALE
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