El Autor fue un escritor, periodista, historiador, estadounidense, admirador de la labor realizada por los españoles en América. También fue defensor de los indios norteamericanos y muy crítico con las colonizaciones anglosajonas y de otros países europeos.
En este libro intenta llegar a los jóvenes estadounidenses que sólo han conocido la leyenda negra de la conquista española. Su intención es demostrar que los españoles asimilaron a los nativos, que no realizaron ningún genocidio y que las leyes españolas convirtieron a todos los nativos en súbditos de la corona y por tanto bajo su protección.
No obvía que se cometieron abusos pero en el fiel de la balanza pesa más lo bueno que lo malo.
El estilo es quizás un poco excesivo. Demasiado laudatorio con los españoles. Es curioso constatar que los héroes como Pizarro o Cabeza de Vaca, son apuestos y galanes, adornados de las más varoniles cualidades; y los villanos son jorobados y de mirada torva como Diego de Almagro.
Cabeza de Vaca, Cortés, Pizarro, Hernando de Soto, los misioneros. Pone también especial atención en los exploradores que penetraron en los actuales Estados Unidos, poniendo la relevancia en las dificultades que padecieron y en que, cuando los wasp llegaron al Oeste, los españoles ya llevaban allí más de trescientos años.
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