Este es uno de los primeros libros que se desarrolla en un futuro distópico. Su Autor nació en 1871 y escribió este libro en 1907.
Fue hijo del anglicano arzobispo de Canterbury y estudio teología y fue ordenado sacerdote. Tras la muerte de su padre es enviado a Oriente Próximo donde empieza a tomar contacto y a aproximarse a las proclamas de la Iglesia católica. En 1903 se convirtió al catolicismo, hecho que levantó mucha polémica en su país natal. Falleció en 1914 habiendo sido ordenado ordenado obispo unos pocos años antes.
Una curiosa carrera vital para un autor de ciencia ficción. Ahora veremos que esto tiene mucho que ver con este libro.
Siglo XXI, en Londres. El mundo está dividido en tres grandes zonas de influencia: América, Europa y Asia. De África se infiere que pertenece a Europa, más que nada porque cuando se escribió este libro eran territorios coloniales y la descolonización aún estaba lejana.
El comunismo se ha impuesto en todo el mundo y ya hay naves voladoras y trenes subterráneos por todas partes.
Por su parte la Iglesia católica está de capa caída pero aún mantiene cierto vigor.
Hay rumores de que habrá una nueva guerra contra Oriente, pero la aparición de un extraño americano llamado Felsenburg, traerá la paz al mundo. Todos se rinden a su encanto, tan es así que todos los gobiernos del mundo le ofrecen su gobernanza. Aunque al principio parece que lo rechaza finalmente acepta e instaurará el Humanismo como nueva religión obligatoria. Todo aquel que no se convierta deberá tomar la eutanasia por su bien.
Roma es destruida y un nuevo papa intenta asentarse en Nazaret. Crea nuevos cardenales pero uno de ellos le traiciona, y Nazaret es bombardeada.
Es un libro denso. Las descripciones abundan en adjetivos, lo cual hace que la lectura se vuelva por momentos tediosa. Otros pasajes de contenido teológico también son duros de llevar. En definitiva, no es un libro fácil. Seguramente la intención del Autor era ser moralizante, y atraer a la gente al catolicismo, en el cuál el era un recién llegado pero con un bagaje teológico superior.
He estado a punto de dejarlo varias veces y me he saltado algunas descripciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario