Ya estamos en marzo de 1937. La Guerra Civil continua y el oro del Banco de España va camino de Moscú para pagar la ayuda soviética al bando republicano. Uno de esos barcos, perseguido por un buque de guerra nacional termina refugiado en Tánger. Y allí es eviado Falcó, el espía protagonista, a intentar que el capitán se pase con el barco y su cargamento al bando nacional. Agentes españoles y soviéticos, capitanes de barcos, comisarios políticos y una pléyade de personajes típicos de las novelas de espías pueblan la obra. Allí nuestro protagonista se reencontrará con Eva, una agente soviética con la que tuvo trato carnal y algo más, que le pondrá las cosas muy difíciles.
Al igual que su hermano mayor, un libro que se lee con agrado.
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