Desde ese mismo mayo y hasta finales de 1941 se tomaron una serie de decisiones que dieron forma al mundo tal y como ahora lo conocemos.
El objetivo del libro es determinar si estas decisiones fueron la única opción que tuvieron aquellos que las tomaron, o por el contrario pudieron haber tomado otros caminos que pudieron alterar el curso de la guerra y, por tanto, el futuro. A saber:
- Gran Bretaña decide seguir combatiendo.
- Hitler decide atacar a la URSS.
- Japón decide aprovechar la oportunidad de oro.
- Mussolini decide tomar su parte.
- Roosevelt decide echar una mano.
- Stalin decide que él sabe más.
- Roosevelt decide librar una guerra no declarada.
- Japón decide ir a la guerra.
- Hitler decide declarar la guerra a EE.UU.
- Hitler decide matar a los judios.
Cada decisión cuenta con un exhaustivo examen de antecedentes, discusiones de los protagonistas, hechos importantes y otros no tanto, y por fin un análisis de porqué y cómo se tomó la decisión que se tomó o si hubo alguna alternativa.
Un libro bien escrito, ameno pese a la enorme cantidad de datos que suministra, y que consigue hacer una buena composición de lugar de lo que fueron aquellos meses iniciales de la guerra.
Según iba leyendo me iba dando cuenta que que todas aquellas decisiones que el autor considera como transcendentales no lo son tanto. Si a finales de mayo de 1940, cuando los trescientos mil soldados aliados atrapados en la bolsa de Dunquerke, hubieran sido aniquilados, ¿qué hubiera pasado? Esa es la decisión más transcendente de toda la guerra. Si Hitler hubiera decidido atacar, ¿cuántos soldados hubieran conseguido salvarse? Apenas unos pocos miles. Francia ya estaba prácticamente conquistada, y Gran Bretaña no hubiera podido recuperarse del golpe en muchos meses. Es probable que Hitler hubiera conseguido un armisticio o un pacto con unas condiciones muy favorables a sus intereses, o incluso hubiera intentado invadir Gran Bretaña. Y entonces, ¿habría terminado la guerra de otra manera? Eso forma parte de la fantasía. Hay ucronías que se ocupan de ello y en esta misma bitácora hay alguna como: EL HOMBRE EN EL CASTILLO
En cualquier caso el hecho de que Hitler dejara escapar esa oportunidad de oro es uno de los hechos más misteriosos de la guerra y parece ser que nunca se sabrá a ciencia cierta porqué tomó esa decisión.