Un traductor de éxito, recién divorciado, recibe un extraño encargo después de publicar una foto en la que aparece un rebaño de ovejas. Debe encontrar al carnero que sale en dicha foto sin reparar en gastos. En su búsqueda no estará solo. Le acompañará una modelo de orejas. Y a lo largo del camino irá encontrando otros personajes a cual más pintoresco: un antiguo compañero llamado El Rata, el profesor Ovino, el Hombre Carnero, un político ultraconservador y su inquietante secretario...
Esta es una de las primeras novelas del autor pero ya se nota la buena mano que tiene.
Los personajes están sentados a nuestro lado en el metro o en el trabajo, hacen cosas normales y de repente sus vidas se vuelven extraordinarias. Son héroes normales y corrientes, en situaciones que parecen extrañas. Una especie de Realismo Mágico a la japonesa.
Es como si Peter Jackson convirtiera a los hobbits en ninjas. Pero mejor no le demos ideas descabelladas que para eso él ya se tiene a sí mismo.
Como todo lo de este autor me ha gustado.
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