Allá por el siglo XXV la mayoría de las personas están digitalizadas y toda su personalidad guardada en una pila injertada en la base del cerebro. Así la gente puede migrar de un cuerpo a otro, una funda, y vivir quizás eternamente. Unos pocos mats, millonarios, casi lo han conseguido cambiando de funda cada pocos años en clones de sí mismos. Uno de estos mats es asesinado y contrata a un ex-militar de fuerzas especiales y lo instala en una funda para que descubra quién lo ha hecho.
El prota es Takeshi Kovacs, originario del planeta Harlan, y enfundado en Elías Ryker, un policia condenado por un feo asunto.
Kovacs-Ryker se pasea por la ciudad repartiendo mamporros mientras investiga una trama más complicada que la peli de El Sueño Eterno, que para quien no lo sepa no tiene ni pies ni cabeza.
Es una novela negra con tintes futuristas en un mundo ciber-punk.
La verdad es que no me ha gustado demasiado.
El prota es tan duro y tan ocurrente que parece más una mala adaptación de los detectives clásicos que un personaje original.
La ambientación y la idea general de la obra están bien ideadas y si no fuera por la trama tan abstrusa, resuelta a la remanguillé, y el prota tan chuli, quizás me merecería mejor opinión.
Por cierto hay una serie llamada Altered Carbon que guarda un ligero parecido.
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