A principios del siglo XVII Japón estaba atravesando una de las transformaciones sociales y políticas más grandes de su historia. Durante cientos de años los daymios, señores feudales con un territorio a su cargo, se enfrentaron unos a otros sin que preponderará ninguno. Así hasta que el año 1600 Tokugawa aglutinó a un buen grupo de daymios y venció en la batalla de Sekigahara al grupo rival. Una vez conseguida la victoria traslado la capital política de Kyoto a Edo, la actual Tokio, se convirtió en shogun y dio inicio a un perido de paz que duraría casi hasta finales del siglo XIX.
Es en este contexto histórico donde se desarrolla la historia del más grande espadachin de la historia nipona. Musashi participa en la citada batalla y es herido junto a un amigo de su aldea vecina. Desde entonces se inicia un largo camino, el camino del samurai, una vida plagadad de estudio, esfuerzo y dedicación, que le llevará a vivir un sin fin de aventuras en su intención de convertirse, no en el mejor espadachín, si no en el mejor hombre. Entre tanto estudio incluso le da tiempo a vivir una historia de amor a lo japones, nada que ver con la pasión a la que nos tiene acostumbrados la literatura occidental.
Este libro ha sido comparado con "Lo que el viento se llevó" pero yo lo asociaría mejor con "Los tres mosqueteros" o folletines similares. De hecho inicialmente este libro se publicó por entregas semanales en uno de los periódicos de más tirada de su época.
La edición que yo he leido tiene un prólogo muy interesante de un diplomático que ejerció como embajador en el país del Sol naciente. Un día hablaré de los prólogos y porque creo que deben leerse al finalizar el libro aunque se pongan antes.
En definitiva un entretenido libro, con un protagonista como debe ser, algunos malos de verdad, de esos antipáticos, y otros que están en su término justo.
Me ha gustado.
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