Salgueiro es una aldea perdida y abandonada en la montaña orensana. Un constructor pretende convertirla en una eco-aldea, sea eso lo que sea, y manda allí a un par de obreros para que vayan aplanando el terreno y caben las zanjas para meter el agua. En esas están cuando uno de ellos mete la pala de la excavadora y saca un cráneo humano. Aunque la intención del constructor es echar tierra sobre el asunto, las autoridades se enteran y mandan allí a la policía.
Fina es una joven que pretendió ser periodista pero mata las horas trabajando en el bar-hostal que tiene la familia. Pero recibe la llamada del periódico local para que cubra el descubrimiento del párrafo superior. Cuando llega allí ya está la policía y no la dejan acceder, pero ella va campo a través y se entera de muchas cosas que pretende publicar en primera plana del diario.
Según avanza el libro nos vamos enterando del asesinato de un niño ocurrido en Salgueiro en 1963 y los hechos posteriores.
Todo está relacionado y los personajes giran en la rueda de la rueca hasta que el hilo sale completamente de una pieza.
Hay muchos personajes y todos tienen su miga:
Padín: el joven metalero que descubre los restos y que es detenido por la policía por ser sospechoso de asesinato. Entablará una casi relación con Fina, la protagonista.
Moncho: el compañero de Padín. Pensando en la jubilación dentro de un exterior de lija tiene su corazoncito.
Magariños: el inspector que lleva el caso y que a pesar de ser concienzudo, va de traspiés en traspiés.
Antonio: el padre del niño asesinado. Violento y maltratador.
Duarte: otro aldeano que es todo corazón.
Elvira: La mujer de Antonio, invadida por la pena, en cuanto puede se escapa de Salgueiro.
Manuel: el abuelo de Fina. Todo un personaje. El típico abuelete simpático.
León: el malvado constructor que pretendía echar tierra sobre el asunto y que compra el periódico para que Fina no pueda realizarse como periodista.
La verdad que es un libro muy majo. Me lo he pasado muy bien leyéndolo.
Y como ya comenté hace mucho: a la gallega todo está más rico.
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