Lucio Domicio es un patricio romano, amigo personal de Marco Aurelio, que cae herido luchando contra las tropas de Severo. Es recogido moribundo por un general de Septimio Severo y será su hija quien cuide de él.
Mientras se recupera va desgranando su historia.
Lucio era amigo personal de Marco Aurelio pero cuando éste muere Lucio acude a Roma para ir a su funeral. Allí conocerá a Valeria, la prometida de Pértinax, otro amigo de Lucio de quien se enamora perdidamente.
Lucio, tirando de enchufe, entrará a trabajar como pretoriano y asumirá tareas de espía por las tabernas de la Subura para enterarse de si hay alguna conspiración contra Cómodo.
El libro narra por boca de varios narradores cómo se desarrolló el imperio de Cómodo y las aventuras y desventuras que sufrió nuestro protagonista.
A finales del siglo II de nuestra era, muere en su cama Marco Aurelio. Éste fue un gran gobernante, que se llevó bien con el Senado, cuido al pueblo y dejó unas arcas saneadas. Filósofo de gran calado, dejo unas Meditaciones que suponen una de las cúspides de la filosofía estoica.
Pero, hizo una cosa mal: nombrar sucesor a su hijo Cómodo.
El imperio de Cómodo duró doce años. Al poco de asumir el poder fue quitándose de en medio a todos los colaboradores que su padre colocó en puestos clave de la administración imperial, y los sustituyó por otros de su confianza. Estos nuevos funcionarios, en su mayoría libertos, se dieron cuenta que si mantenían a Cómodo ocupado en orgías y banquetes, podían manipularle y hacerse ricos y poderosos.
Las purgas, asesinatos e incautaciones de bienes estaban a la orden del día. Los ingresos del Imperio se gastaban en juegos circenses y combates de gladiadores. El pueblo era comprado periódicamente con pan y circo y tenía en gran estima al emperador.
Cuando la situación se volvió insostenible, con las arcas vacías y el pueblo soliviantado por la carestía de los alimentos, una conjura de sus más cercanos acabó con la vida del emperador.
Pértinax fue nombrado nuevo emperador e intentó reconducir la situación volviendo a una política austera. Los pretorianos no estuvieron de acuerdo y sólo tres meses después le asesinaron y subastaron el trono al mejor postor.
Todo esto desembocó en una guerra civil que sentaría en el trono a Septimio Severo.
Todo esto se narra en el libro. Me ha gustado el ritmo moroso del libro y pese a ello se lee con gusto y es ameno.
