Paul Dukes es un joven brillante. Hijo de una familia bien inglesa que es mandado a estudiar música a San Petersburgo a mediados de la segunda década del siglo pasado. Allí pasa unos cuantos años y acabará hablando con perfección el idioma.
Cuando se produce la Revolución rusa vuelve a Londres y es contactado por el Servicio Secreto exterior, el mismo que el de James Bond, para que vuelva a Rusia y consiga toda la información que pueda ser de utilidad.
El autor vuelve a San Petersburgo vía Finlandia con una identidad falsa. Su habilidad para el disfraz, y su dominio del ruso, le hacen mimetizarse en la sociedad de aquella época.
Este volumen, publicado en 1923, se divide en dos partes.
La primera parte narra en clave de novela las aventuras que vive en San Petersburgo para conseguir información. La realidad se parece mucho a la ficción de las novelas de espías.
La segunda parte es más un ensayo en el que plantea que la población rusa estaba harta de la escasez de alimentos y todo tipo de bienes de consumo; de la arbitrariedad de las administraciones bolcheviques y de la dureza del día a día de la gente común.
Pronostica una breve vida al comunismo.