En esta ocasión el libro se sitúa en Arkansas, el profundo sur de Estados Unidos.
Ha habido una serie de asesinatos con características comunes: chicas jóvenes y negras.
En un condado rural, dominado por una familia, que hace y deshace a su antojo, la promesa de que una gran empresa se establezca allí, hace que todo lo que ocurra tenga una gran importancia. Cuando ocurrió el primer asesinato se echó tierra sobre el asunto para que no perjudicara las negociaciones para que la gran empresa se estableciera en el condado. Cuando ocurre el tercer asesinato brutal el jefe de policía no quiere dejarlo correr. Parker anda por allí buscando rastros o indicios en asesinatos con características peculiares que le lleven al asesino de su esposa e hija.
En un encontronazo con el jefe de policía Parker es detenido por no dar la respuestas adecuadas. Pasa la noche en el cuartelillo y cuando todo se aclara es liberado y se va, pero a medio camino de ninguna parte decide volver y echar una mano.
Finalmente todo se resolverá aunque algunos personajes se dejan algunos pelos en la cartera.
En este libro sólo hay siete muertes.
La acción de este libro se sitúa temporalmente unos meses después del asesinato de la mujer y la hija de Parker. Se inicia el libro con una llamada de teléfono hecha por el jefe de policía y todo lo que ocurre es un flashback. Muy hábil este recurso para escribir otra historia del primer Parker. Además en esta historia todavía humano aunque ya tiene sus ramalazos ectoplasmáticos.