Más allá del círculo polar, en diciembre, con treinta y cuarenta grados bajo cero y con una noche que dura todo el día, también se puede asesinar, aunque el cuerpo te pida quedarte en casita bien calentito.
Leyendo este libro da la sensación que todos los finlandeses son unos alcohólicos y unos depresivos, pero viviendo donde viven parece normal evadirse de esas condiciones infernales.
La verdad es que me ha gustado este acercamiento a la novela negra finlandesa. Aunque en este caso el autor sea un estadounidense afincado allí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario