Una
banda de jubilados se dedica a robar casinos, bancos y museos para
paliar los recortes del estado de bienestar, donando el botín a
residencias y sitios necesitados.
Cuando un creativo pone el título a un libro siguiendo la moda y escribe el faldón de la portada sin leerselo, pasan cosas desagradables, como que la mitad del título no tenga nada que ver con la novela o que la historia, que sí es disparatada, diste mucho de ser hilarante aunque, seguramente, las gracietas se pierdan en la traducción. No me ha gustado demasiado. — en Estocolmo.
Cuando un creativo pone el título a un libro siguiendo la moda y escribe el faldón de la portada sin leerselo, pasan cosas desagradables, como que la mitad del título no tenga nada que ver con la novela o que la historia, que sí es disparatada, diste mucho de ser hilarante aunque, seguramente, las gracietas se pierdan en la traducción. No me ha gustado demasiado. — en Estocolmo.
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