En 1969 Javier, un adolescente de una familia de clase media, tiene que ir a pasar las vacaciones con sus tíos de Santander debido a la tuberculosis que ha contraído su padre. Sus tíos tienen cuatro hijas de entre 18 y 12 años, a cada cual más guapa y viven en un caserón decimonónico del adinerado barrio del Sardinero.
La familia de su tío, los Obregón, eran unos grandes comerciantes venidos a menos. A finales del siglo XIX una de los Obregón, se iba a casar con el rico heredero de los Mendoza, pero el día antes de la boda, la chica desaparece llevándose un valioso collar, llamado las lágrimas de Shiva, que llevaba engastadas cinco esmeraldas. Desde entonces los Obregón sólo acumularon desgracias y aunque aún pueden vivir desahogadamente de las rentas.
Un hallazgo casual, unas palabras escritas en un libro de la biblioteca, hacen que Javier y Violeta, una de sus primas, se embarcan en una investigación para averiguar que ocurrió realmente con la novia y el collar desaparecidos.
La verdad es que el libro me ha gustado mucho. Normalmente, cuando unos adolescentes se meten en una investigación, terminan por hacerse antipáticos por se demasiado listos y maduros para su edad. En este libro no ocurre así. Son chavales de su edad, y eso se agradece.
