Allá por los medios del siglo XIX las cosas estaban revueltas por el Pacífico y las nuevas repúblicas americanas. España aún mantenía alguna influencia allí, pero prácticamente testimonial. No tengo muchos conocimientos sobre aquellos acontecimientos y el libro tampoco da más información. Supongo que ello es debido a que cuando el Autor escribió este Episodio Nacional los hechos estaban recientes y no era oportuno recordarlos.
La fragata Numancia fue el primer barco acorazado de la Armada española. Fue enviado al Pacífico al mando de Méndez Núñez, para proteger los intereses españoles en la zona y entró en combates en Chile y en Perú. El más famoso de los cuales fue la batalla de el Callao que es el puerto de Lima, la capital de Perú.
Finalizadas las operaciones había que volver a España y debido a la falta de alimentos y carbón, se decidió que la Numancia atravesase el Pacífico y repostase en cualquier isla de la Polinesia. Puede llamar la atención esta decisión cuando volver por el Atlántico era mucho más corto. Sí, es más corto, pero hay que atravesar el cabo de Hornos y las nuevas repúblicas no eran muy partidarias en aquellos años de España. La falta de combustible que obligaba a ir a vela todo el recorrido y remontar el cabo de Hornos se antojaba imposible para un barco de esas características. En cambio en el otro itinerario se podían utilizar las corriente oceánicas, bien conocidas por los marineros españoles, para arribar a la Polinesia y navegar por mares mucho más tranquilos. Y eso fue lo que ocurrió no sin antes sufrir el temido escorbuto. Posteriormente se volvió por África doblando el cabo de Buena Esperanza y se llegó a Cádiz.
Dentro de cada Episodio Nacional hay otra microhistoria. En esta ocasión la protagoniza Ansúrez. Éste es un marinero que comercia por todo el Mediterráneo. Una noche choca con una novicia escapada de un convento con la que se arrejuntará y tendrá una hija. La madre muere y él cuida a su hija como oro en paño hasta que un peruano crápula y rico, llamado Belisario, la enamora y se la lleva al Perú. Ansúrez lleno de odio se embarca en la Numancia para olvidar sus males que él achaca a haber dejado de lado a la mar. Cuando la Numancia llega al Perú todos los intentos del padre por dar con su hija y su nieto, para entonces ya la había perdonado, caen en saco roto. Sólo al final, cuando la Numancia llega a Cádiz, Ansúrez verá a su hija, nieto y yerno, que enterados de los esfuerzos del padre por dar con ellos, deciden volver a España para encontrarse con él.
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